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viernes, 24 de septiembre de 2010

Nuevos ¿amigos?. Cap. 2

Another day to sing about the magic that was you and me
You and I Both - Jason Mraz
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Ya vestida como estaba, baje a tropicones las escaleras y ví a mi madre tomando su típica taza de café con el periódico en la mano.

-Madre -dije tratando de imitar un tono formal -¿núnca te cansas de leer las catastrofes del mundo?

Mi madre solamente levanto la vista conforme yo me acercaba a ella. Bebió un sorbo de su café, dos cucharaditas de azúcar y una de canela. Perfecto para ella.

-Aunque no lo creas -empezó dejando la taza en la mesa y doblando el periódico en la mesa -no todo es catastrofe. Mira esto.

Empujo el periódico hacía el lado opuesto de la mesa para llegar a parar enfrente mía en la página de 'Negocios'. El encabezado de la noticia leía: Stuart Johnson demuestra la falsificación de varios documentos legales. Presuntos responsables en la carcel.
No sabía que sentir. Mi padre estaba en las noticias, pintado como un prestigioso y afortunado abogado. Me sentí tan orgullosa de él, aunque un poco enfadada ya que no me había mencionado nada cuando hablamos hace varios minutos. Al menos, ya había una alegría en mi primer día; si el resto resultaba horrible, ya no me importaría tanto.


Salí de casa echa un manojo de nervios y me paré enfrente de mi coche. Era un Spark, Chevrolet. Suspiré cuando recordé la historia de ese carro; fue mi primer carro, y fue comprado con el primer caso ganado de papá. En ese entonces, mis padres todavía eran muy unidos, recuerdo la alegría en el rostro de mi madre cuando me lo entregaron, y la euforía en el de mi padre mezclada con un poco de ansiedad debido a las prontas clases de manejo, según él todavía era muy jóven para empezar a manejar.

Aclaré mi mente, puesto que no me gustaba manejar con todos esos recuerdos agolpados en mi mente y estar fuera de la carretera. Prendí el radio y subí el volumen tratando que la música se llevará todo. En poco tiempo, estube parqueada enfrente del colegio. Me sentía tan nerviosa, respire profundo y me prepare para entrar. Salí del auto tranquila, esperando que nada pasara hasta entrar al salón de clases, hasta que alguien se abalanzo sobre mi con una fuerza que indicaba que había corrido para atrapar velocidad. Sus gritos ensordecieron mis oidos, pero supe en ese instante de quien se trataba.

-¡Luisa! -exclamé, era algo entre sorpresa y apretujamiento; la miré fijamente y tenía ese brillo en sus ojos que podía alegrarle la vida a cualquiera; le devolví el abrazo tan fuerte como pude en busca de venganza -. Te extrañe.

-¿Y crees que yo no? -señalo con sarcasmo separandose de mi y de mi cuerpo.

Reí por lo bajo.

-¿Y cómo has estado? -le dije mientras la guíaba a nuestro salón de clases -¿Qué hiciste este verano? ¿Y por qué demonios no has respondido mis correos?

Ella rió a carcajadas.

-Estoy bien -indicó mientras seguía mi paso -, y lo siento demasiado por no contestar nada, es sólo que mis padres me sorprendieron con un viaje a un crucero para todo el verano, y realmente quería gozar mis vacasiones y alejarme del mundo caótico un por un tiempo.

-¡Ja! -exclamé -se nota que has estado leyendo la lista de libros que el profesor Newton nos dió a final del curso.

Ella rió. Su risa era como una campana, tintineante y relajante.

-¿Shakspare? -preguntó ella con un poco de horro -. Romeo, Romeo, ¿dónde estás que no te encuentro? -citó.

-¡Querida Julieta! -le seguí el jueguito -. ¿Quisieras dejar de hacer un gran drama?

Reímos al uniso mientras que los demás estudiantes nos miraban.

-Oye -me preguntó -dejame ver tu horario.

Pidió permiso, pero cuando reaccioné ella ya lo tenía en la mano. Sus ojos rebuscaron en mi horario tanto como en el de ella. Luego de hacer una breve pausa con una gran mueca en su boca, me miró y dijo:

-La única clase que no tienes conmigo es Historia -exclamó euforica -. ¿Cómo quieres que soporte al profesor Chan sola?

Su ironía me parecía divertida.

-¿Acaso crees que yo hice el horario? -dije mientras empujaba la puerta de entrada a la secundaria -. No es culpa mia que en ese periodo tenga libre.

-Sí, sí lo sé -dijo dando el tema por terminado -. ¿Número de casillero?

-Ehm -dije dudando, puesto a que no recordaba nada -264.

Luisa dió un grito de emoción.

-262 -dijo mientras una sonrisa empezaba a surcar sus labios -. Esta vez, creo que no pudieron separarnos.

Traté de ignorar su comentario histérico y seguí caminando hacía Biológia. Mi clase personalmente favorita. Luisa y yo seguímos un paso rítmico mientras entrabamos al salón. Era típico de un primer día ver a todos los compañeros y amigos compartiendo memorias o momentos. La señora Hawkings, nuestra maestra de Biología, entró con paso dominante en el salón y corrí hasta el único lugar vacío que había al final del salón con Luisa pizandome los talones.

-Buenos días, jóvenes -saludó la profesora Hwakings -haré esto breve y conciso. Espero que hayan pasado un verano genial. Creanme cuando les digo que no eran los únicos tristes al volver a la escuela, pero la vida esta llena de acciones que no queremos hacer, y hay que hacerlas.

Oh no, pensé para mí. Ya se puso poética.

-Por suerte para ustedes -dijo interrumpiendo mis pensamientos -, mi discurso esta vez no durará mucho. Quiero presentarles a una estudiante nueva en este curso de Biologia.

Una jóven, de estatura mediana, pelo castaño y largos, ojos grandes y marrones, y un caminar simple, entro al salón.

-Ella es Natalia Chajón -dijo presentando a la jóven que entró -. Es nueva aquí, como pueden notar. Fue transferida de Boston hasta acá, y no tengo que decir más sobre su vida. Espero que la acepten bien.

La profesora Hawkings le hizo un gesto con la mano a Natalia y ella caminó timidamente al otro lugar vacío, justo a la par mia. Le sonreí cuando su mirada se encontró con la mia y ella en un gesto amable me dirió la mas sana sonria que había visto. No estaba llena de hipocresía, ni de falsos sentimientos, solo de una pura y sincera gentileza.

En este periodo de clases hablamos sobre el sistema circulatorio. Si, bueno ¿qué hay que saber del sistema circulatorio? Sé que hay una bomba principal que es el corazón que transporta sangre oxigenada y desoxigenada a todo el cuerpo, pero eso no era todo. El corazon era capaz de transmitir aún más que sangre. Esa maldita bomba te hacía sentir muchas cosas al mismo tiempo, que hasta te hacian sentir mareada y confundida. Sí, sé que todo eso del amor no tendría que ver con el corazón, puesto que solo es un órgano, pero digamos que hipóteticamente sí. Digamos que toda la culpa la tiene el corazón, quien es un órgano que no tiene ojos, como para ver exactamente de quién se está enamorando. En ese momento recordé el Spring Break pasado, esas vacasiones fueron lo máximo. No era solo el hecho de pasar en la playa todo el día, sino de haberlo visto por primera vez a él, él... Sebastian...

El timbre interrumpió mis pensamientos y me hizo dar un pequeño salto en mi lugar. Agarre mi mochila y sali corriendo, con Luisa detrás.

-Oye -exclamó Luisa entrando a un salón -me toca historia -torció los ojos -nos vemos en Literatura.

Asentí y me alejé a buscar mi casillero. Caminé por los pasillos y miré varias compañeras de clase correr hasta los brazos de sus novios, exaltadas de la emoción. Tal vez sea tiempo de empezar a buscar, dijo mi subconsiente. ¿Qué? ¡No!, dije yo para mis adentros. La verdad era que no me hacía falta tener novio. ¿Tube? Sí, y no fueron unas grandiosas experiencias por decirlo asi, no necesito de alguien más, sea hombre o mujer, para estar completa. Tenía planeado ir a la universidad sin ningun obstaculo que me detuviera, quería explorar el mundo y conocer cosas que no podría hacer si estuviera atada con un novio. Esa era la idea de vida de mi madre en su juventud, bueno eso hasta que se caso con mi papá. Ambos jóvenes, y con mentes positivas. Cualquiera diría que eran jóvenes con carreras prometedoras en el futuro, pero no fue asi. A mamá la despidieron después de tres meses en una gran empresa de publicidad, resulta que en esos tiempos, me dió varicela y no podía pagarle a nadie para que me cuidara, entonces renunció, como ella suele decirlo.

Papá, por otro lado, miraba su futuro como un grandioso escritor. Yo nunca lo ví así, siempre creí que el mejor de los trabajos que él podría tener sería ser mi padre, mi superheroe, mi todo. Pero no era así. Empezó a escribir un libro, pero con el desempleo de mi madre, mi padre tuvo que buscar otro empleo de medio tiempo. Fue un momento de escazez en nuestra familia, luego, por algún afán del destino, mi padre de repente se convirtió en un exitoso abogado, lo cual dejaba menos tiempo para su hábito de escribir y para nosotras.

En todo ese tiempo yo tenía aproximadamente 6 o 7 años de edad. Ahora tengo 17, una edad bastante promiscua para cometer todos los errores que cometieron mis padres, una reacción en cadena, pero tenia mi mente enfocaday me había prometido a mi misma de no pasar algo parecido.

En todo el tiempo que mi mente vagó, llegue a mi casillero. Y Natalia estaba ahí, su casillero era el 263. Creí que sería conveniente, ya que quería hablar con alguien que no me conociera.

Cuando la ví le sonreí lo más amable que pude y giré el candado de mi casillero con la clave que tenía apuntada en un papel arrugado. Me quité la mochila del hombre y empezé a descargar todos los libros que sabía que no los iba a usar en este periodo, bueno casi todos. A Natalia se le cayo su libro de Literatura y varias cosas más. Frustrada, solo emitió un respiro y se acuclilló a recoger lo que se le había caido. Deje mi mochila en el piso y me agaché para ayudarla. Levantó su libro y yo levante varios lapices y un ejemplar de Orgullo y Prejuicio.

-Jane Austen es un clásico -dije mientras se lo devolvía.

-Eso es cierto -dijo ella mientras lo recibía. Su voz era algo como un débil tintineo. No en el sentido de que así era su voz, sino que le faltaba fuerza, se notaba que era muy tímida.

-Así que, ¿Bostón? -pregunté con la patetica ilusión de hacer una conversación. Era mucho esfuerzo y la entiendo porque todos fuimos nuevos en algún momento y en mi caso, si hubiera existido alguien que quisiera entablar una conversación conmigo en mi primer día, no me hubiera sentido tan frustrada los primeros años.

-Sí -asintió ella con una sonrisa torcida.

-¿y por qué te mudaste? -pregunte mientras volvía la mirada hacia el fondo de mi casillero.

No respondió.

La miré y en su rostro había una clara confusión.

-No me mal entiendas -dije al instante en que vi su expresión -. Solo quiero socializar; todos fuimos nuevos alguna vez.

Su rostro se relajo y me sonrió naturalmente.

-Bueno -empezó mientras ordenaba su casillero -a mi papá lo transfirieron, y nos arrastró a nosotros, con mis hermanos y mi mamá a este lugar.

El tono de su voz era de un completo desagrado. Lo entiendo, es díficil dejar un lugar llamado hogar para llegar a otro lleno de totales desconocidos.

-Entiendo -dije agachando la cabeza -no es fácil dejar todos los recuerdos atras.

Su rostro se crispo y me dirigió la mirada. Su expresión gritaba: ¿qué eres? ¿Quién te crees que eres para decirme qué pensar? Pero antes de que su boca expresara lo que su rostro decía, no dijo nada. Poco a poco, sus cejas de volvieron más suaves y su rostro de convirtio en preocupación.

Ella se dedicó a asentir.

-Me tengo que ir -dijo. Oh, no. ¿Y si la espante? -. ¿Sabes dónde queda el salón de historia?

-Está a dos puertas del salón de Biología, al lado izquierdo -dije quedamente porque me preocuaba haber cuasado una mala primera impresión.

-Gracias -dijo ella cerrando su locker, recogiendo su mochila y partiendo -. Por todo.

Una sonrisa surcó mi rostro, había reaccionado bien ante nuestra pequeña charla. Almenos no había metido la pata, lo tenía por seguro.

Después de eso, me sumergí en un cuaderno que tenía entre mis cosas viejas. Era como un diario, lleno de pensamientos de la semana y cosas así. Me sumergí y segui hundida en ese cuaderno que llevaba parte de mi vida. Llegue a la parte que decía: Spring Break :), y ahí me detuve.

Volví al principio rebuscando memorias, poniendo excusas para no leer esa parte.

De pronto, una voz masculina junto a mi hablo:

Disculpa -dijo con un tono ronco muy varonil -, ¿sabes en dónde se enceuntra el casillero 265?

-Es este -señale con el dedo el casillero de a la par y le respondí sin despegar los ojos del cuaderno. Cualquiera podría haber dicho que era descortés, pero tampoco le podía entablar una conversación de lo más normal.

-Oye -volvió a hablar, aún con su ronca. Ahora la oí un poco familiar -. ¿Tu eres Kate Johnson?

Me sobresalté. Sí era yo, pero ¿por qué me estaba buscando a mí?

-Sí -levante la vista para verlo -yo soy Kate John... -no pude terminar la frase.

Abrí los ojos como platos debido a la sorpresa. La confusión me estaba ahogando. Dejé caer el cuaderno hacia mis pies. Ante tantas cosas en mi cerebro se me había olvidado respirar, cuando alfin lo logré no me creía capaz de articular ninguna palabra.

-¿Sebastian? -susurré, sin aliento, mientras él permanecía con una sonrisa angelical...


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Bueno, este cap me gusto bastante. Creo que las dejé en suspenso, ¿o no?
Perdon :/ dije que iba a publicar ayer, pero me puse grave y no quería hacer nada. Hoy no fuí al colegio y aproveche para terminar el cap.
Me gusta como va esta historia :DD
Gracias a toodas las que comentan enserio! :))

NUEVO HEADER: Mi queridísima madrina me hizo un header y está hermoso :') a poco no? GRACIAS MARII!

Me despidoo!
Ciaoo!

PD: Elimine la entrada de los premios, luego la publico otra vez!

RANDOM:

¿El jueves? ¿Qué voy a hacer? AGH, cada vez que pienso en eso se me revuelve el estomago :$ Lo malo es que no sé si es en el buen sentido, o en el malo... :)

jueves, 16 de septiembre de 2010

Consejos. Cap. 1

Canción del capítulo: Billionare - Travie Mccoy with Bruno Mars ;3

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Hace doce meses...


Abrí los ojos debido a la claridad que entraba por mi ventana; ésta se encontraba abierta y entraba el aire fresco del jardín que emanba el patio delantero. Me sorprendio haber dormido con la ventana abierta, ya que soy muy vulnerable a cualquier corriente de aire por la noche y cuando esto pasa más de algún resfriado contraigo al final de la semana.

Primer día de escuela, recorde en mi cabeza. No sé por qué había estado tan emocionada por este primer día, ya había vivido varios y para ser exacta no fueron lo que yo esperaba. Siempre entraba al salón de clases con la esperanza que ese año fuera diferente, distinto, innimaginable... Y nada pasaba.

Luego recordé qué lo hacía tan especial esta vez. Era mi primer día de clases de mi ultimo año en secundaria. Mi último año, repetí en mi cabeza mientras descanzaba en las colchas de mi cama. Al terminar el año, me iría a Dartmouth, había tomado las pruebas de admisión y éstas habían sido un gran éxito. En realidad, este año de por si ya sería distinto. Tenía la vaga idea de que todo fuera distinto este año, hoy sí. Pero claro, tendría que mantener mi mente positiva ante cualquier oportunidad que pudiera existir. Suspiré ya que no estaba de ánimo como para dejar mi cama suave y tibia, pero oía unos pasos cerca de las escaleras y tenía por seguro que me esperaba una cálida charla con mi madre.


Tal y como lo esperaba, unos golpecitos en la puerta me alertaron de su llegada. No espero a mi "Adelante", solamente entró. Entró con una gran bandeja de comida para desayuno, parecía un gran buffete. Traté de controlar la expresión en mi rostro y no hacer una cara que expresara el horror que tenía dentro.


-¡Cielo! -exclamó mientras entraba a la habitación. -Creo que estás más grande.


-Mamá -dije mientras me sentaba en la cama lista para recibir la gran bandeja llena de huevos, tostadas a la francesa, panqueques, jugo de naranja y leche -no exágeres, ¿quieres? Ya es díficil para mí entrar a mi último año tratando de ignorarlo.


-¡Ahí! Lo siento querida -dijo disculpandose y poniendo la bandeja en mi regazo y sentandose a los pies de la cama -. Es solo que me cuesta asimilar que todo éste tiempo haya pasado tan rápido. Pronto te irás a la universidad y me dejarás sola.


Sabía que todo esto terminaría en algo malo. Tenía tantas ganas de escapar de ahí y evitar decir lo que iba a decir, pero era algo inevitable.


-No estarías sola si estuvieras con papá -susurre lentamente. Salieron. Salieron sin previo aviso, escupí las palabras porque me estaban causando irritación en mi garganta, era como una molesta picadura que solo logras cuando logras decir lo que quieres.


El rostro de mi madre se crispó en una punzada de algo llamado traición y luego solo denotaba indiferencia.


-Sabes que lo que pides es imposible -susurró y se levanto a cerrar mi ventana, aparentemente le empezaba a molestar el aire. Aparentemente. Porque para mi, esa acción denotaba que no quería que viera la expresión en su rostro, o que la adivinara, pero para eso era muy tarde.


La verdad era que núnca había entendido por qué paso lo que paso. Mi madre decía que él no le prestaba la suficiente atención por estar pendiente en su trabajo, pero mi padre tampoco pidió ser abogado, solo surgió la oportunidad y mi padre es alguíen que no desaprovecha lo que tiene en frente, supongo que de él saque el ¿espiritú competidor?


El telefono timbró abajo e hizo que se rompiera la tensión que había en ese momento. Mi madre salió disparada hacía la cocina y contestó con un hola muy simpático.

Es mi papá, pensé.


Subió lentamente las gradas, una razón más para confirmar mi teoría.

-Sí, sí. Yo estoy bien, no te preocupes -dijo mi mamá en el telefono. Luego rió por lo bajo, como si le hubieran contado algo gracioso -. ¡Stuart! -dijo entre risas -. ¿Quieres hablar con Kate?

Medité al respecto, y para llevar una conversación como esa, con chistes y todo, debería almenos quedarse en la puerta, mordiendose el labio e imaginando a mi papá con ese rostro que podría enamorar a cualquiera. A cualquiera. Es más, de pequeña me había convencido que quería casarme con mi padre, siempre pense que era muy guapo y siempre me hacía reír, y los requisitos de mi madre para mi futuro marido era eso: que me hiciera reír, lo de guapo ya era como un bonus.

-Está bien -dijo mi madre entrando por la puerta con las mejillas del color de los tomates y dandome el telefono.

Lo tomé y ella, sin necesidad de decirle, salió de mi habitación y se dirigió hacía la sala. Respire profundo antes de hablar.

-¿Aló? -dije con voz temblorosa, no había hablado con mi papá en casi dos meses.

-¿Kate? -dijo la suave y ronca voz de mi papá.

¿Quién más?, pensé con sarcasmo. Sarcasmo, algo que mi padre odia con toda su alma.

-¡Papá! -exclame tratando de parecer sorprendida, aunque claro, la sorpresa ya no era sorpresa.

-¿Como estás, Kat? -dijo con un tono que denotaba que estaba sonriendo en ese instante.

¿Kat?, pense en mi cabeza. No me decía Kat desde hace bastante tiempo, más bien desde que mis padres se separaron.

-Tratando de despertar -un poco de sarcasmo no hace daño.

-Tu madre te hizo algo en la mañana, ¿eh? -adivino carcajeandose del otro lado del telefono.

-Un gran buffette de desayuno -señale mientras miraba la bandeja que seguía intacta en mi regazo -. Solo porque es mi último año.

-Tu madre tan histérica, ¿eh? -exclamó con un tono que solo oías en las mejores peliculas de romance.

Ok, ¿qué está pasando aquí?, pregunté atónita en mi cabeza.

-Ehmm, sí -dije dudando de qué decir y lamentablemente eso fue lo único que mi boca fue capaz de emitir.

-Oye, Kate -comenzó con voz tranquila -¿estás nerviosa?

Su pregunta me shockeo. Simplemente, esa era la razón principal por la cual me quería casar con él de pequeña; me conocía tan bien.

-Algo -dudé.

-¿Kate? -pregunto y me lo pude imaginar levantando una ceja con rostro de indiferencia.

-Está bien, sí estoy muy nerviosa -algo más de sarcasmo -¿contento?

Stuart se rió por lo bajo.

-Demasiado -lo podía imaginar aún con una sonrisa dibujada en su rostro -. Oye, no tienes por qué preocuparte. ¿Sabes? Yo también fuí joven una vez, aunque no lo creas.

Me reí por lo bajo.

-¿Sabes? -dije siguiendole el juego -Sino me lo dices, no me lo creo.

Él rió aún más.

-El punto es -dijo tratando de recobrar la compostura luego de semejante carcajada -que todos pasamos por esos nervios, todos pasamos por ese último año, todos sentimos en algún momento lo que tú estás sintiendo. Y sé también que esperas que este último año sea distinto y diferente, todos queríamos eso a tu edad.

Me helé. ¿Cómo podía saber él todo eso? Supongo que él también fue joven una vez, pensé para mí misma.

-Quiero darte un consejo antes de irme -dijo muy quedo del otro lado del telefono.

-Adelante -dije con tono serio. Si estamos con seriedad, juguemos los dos, ¿te parece?

-Sé que quieres cosas nuevas en tu último año -empezó con tono serio -pero no las busques; deja que solitas vengan a tí, ¿de acuerdo?

Su consejo me sorprendio. Era algo sabio, pero no esperaba ese tipo de consejo. Tal véz cómo: esfuerzáte, ten buenas notas, cualquier duda en cualquier materia me consultas. Pero no.

-Está bien, papá. Seguiré tu consejo -tratando de calmarme, pues sentía que mi corazón se estaba desbocando.

-Creo que estaré por allá en dos semanas, ¿qué te parece si salimos a pasear o a hacer algo? -dijo con voz severamente alegre, como si emocionara de la sola idea de pasar tiempo conmigo -.No te he visto en mucho tiempo.

-Me parece una idea estupenda, papá -dije tratando de contener mis lágrimas, hace mucho tiempo que no haciamos planes de salidas -. Te esperare con ansias, ¿me llamas primero?

-Sí, sí yo te llamo -dijo apurado -. Me tengo que ir. Te hablo en la tarde para preguntarte qué tal te fue. Suerte, Kate.

-Gracias papá -dije tragando saliva.

-Te amo -exclamó. La sinceridad de sus palabras me abrumó. No le había oido un 'Te amo' hacia mí en mucho tiempo.

-Yo también, papá. Te extraño -demasiado tarde. Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, pero al momento en que él se tendría que haber dado cuenta, pero ya habia colgado.

Tiré el telefono a los pies de la cama y me puse a llorar. Extrañaba demasiado a mi papá. Me hacía falta absolutamente todo de él. Y esos consejos, necesitaba de sus consejos, pero no los quería por telefono; lo quería en carne y hueso, en vivo y a todo color.

Suspiré y me dí cuenta que ya era bastante tarde.

Me levanté de la cama en un salto, corrí para el ropero y busqué la ropa que mi madre me había comprado ayer; era tradición estrenar en ocasiones especiales, y ésta era una de ellas.

Mientras me ponía los pantalones, medité sobre el consejo que Stuart me dijo. Él era un hombre sabio y no me quedaba duda que no decía las cosas por sólo por que sí.

Deja que vengan solitas a ti, resonaron de nuevo las palabras de mi padre en mi mente...




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Hola!!
Bueno, aquí está el primer cap! El anterior fue prefacio Je.
Les digo que éste cap fue uno de los más dificiles de escribir; no por la falta de inspiración, gracias a Dios no me faltó la inspiración, sino que empeze a escribirlo en el blogger, no en Word como suelo hacerlo.
Pues, las fuerzas del mal se pusieron en mi contra, porque el día que tenía planeado terminarlo, se fue el internet ¬¬' Queria matar a alguien, lo juro.
Y luego, hoy en computación traté de avanzar pero no pude, todo por el profe y sus tontos cuadros de Excel y hoy estoy de infragantí en la casa de mi madrina, pidiendo internet! ¬¬ Que lipidia la mia, peor mañana ya me ponen el internet así que ya estoy más tranquila.

Segundo, no sé CÓMO agradecerles los comentarios tan bellos que dijeron del cap anterior. Les juro que nunca espere una reacción así de impactante y si vieran la gran sonrisa que tengo al recordar todos y cada uno de los comentarios, las quiero mucho y gracias por su apoyo!!! ;)

Aclarando algo: No soy de Puebla, Marii es de Puebla, yo soy de Guatemala, el país de la eterna primaveraa! Azzaaaa!! Nteee, ps ahí hay una duda aclarada..
Natalia: ¬¬ Lueego hablamos, te parece? :D

Solamente, muchas gracias por tan grande apoyo y sigan leyendo que ya me emocione yo con esta historia! :DDDDDD

-Majoo'

RANDOM:

I think Jessie St. James is so freacking hot!! But it's a shame that Jonathan Groff is GAY D:

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Prefacio: Tatuaje.

Cancion del capítulo: Bohemian Rhapsody - Queen//Glee Cast

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Esa noche vino a mi mente, otra vez...
Era dificíl olvidar, pero no imposible. Era lo que me había estado repitiendo en estos últimos meses.
Hace diez meses mi vida cambio...
Hace diez meses morí en algún sentido...
Hace un año nada era irrelevante en mi vida...

Ahora es muy tarde como para arrepentirse.

Los recuerso se agolpaban en mi cabeza, era algo inevitable. No pdía ni cerrar los ojos porque todo cobraba vida detrás de mis parpados. Me estaba alterando y empezé a hiperventilar.

Creo que nunca se irán, me dije a mi misma.

Desecha como estaba, me lenvaté de la cama y corrí al baño con la esperanza que la rapidez se llevará volando los recuerdos.
Me miré en el espejo del baño... y me asusté. Lo que estaba viendo era algo espantoso, algo que nunca había visto o conocido. Lagrimas brotaron de mis ojos y cayeron por mis mejías. No podía creer lo que estaba viendo. ¿En qué me había convertido? Yo no era así, recuerdo que tenía más color en el rostro, y no tenía unas grandes medias lunar debajo de mis ojos, sumando el delineador corrido y parecia un panda gigante.
Mi cabello era un desastre, enmarañado y hasta creo que se había oscurecido. Tenía los ojos hinchados por dos razones: había llorado mucho la noche anterior y no había podido conciliar el sueño en toda la noche.
Me lleve el cabello para atrás con las manos y de pronto me fije en algo que tenía en mi brazo derecho. No recordaba qué era exactamente, y no tenía memoria de eso. Lo examine con cuidado y luego de cinco segundos me enfurecí conmigo misma ya que era algo tan sencillo de reconocer. Era un tatuaje. Mi tatuaje. Una larga cadena de dolor recorrió mi espalda. Era una mariposa, recuerdo muy bien por qué escogí eso, en vez de cualquier otro diseño que había en la tiena. Recorrí con la yema de mi dedo el contorno del tatuaje y una punzada de desesperación meembargo al darme cuenta de la realidad en la que me encontraba.

-Es como un tatuaje -susurré aterrada.

En realidad sí era como un tatuaje. Los recuerdos se impregnaban a tu piel, dolía en el momento, ¿y el resultado? Algo marcado sobre ti de por vida.
Me apoye enla pared del baño y me fui deslizando lentamente hacia el suelo, mientras que las lágrimas volvían a brotar de mis ojos y la negrura me atraía hacía ella, tentándome y diciendo que ahí no habría problemas... ni tatuajes. Lo habría aceptado en ese preciso instante, pero no lo hice... Algo me dijo que no lo hiciera, y así fue.

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Hola!
Bueno, esta es mi primera entrada.
Me gusto bastante, salio de la nada, no lo esperaba.
Espero que me apoyen en mi blog.
Y espero que lo lean.

Graacias por leer! ;)

Love & Rockets
-Liz Lee.

Bienvenidos.. :D

Olaa chicas!

Soy Majo!

&Este es mi nuevoo BLOG ! :D

Espero que les guste, no les contare de que tratara la historia porque quiero que lo lean poco a poco.

Espero qee lo disfruten!

Este blog sera de gran ayuda para mi y no se que mas decir.. hehe

Publicare los primeros capitulos, deacuerdoo?? :D

Ciaooo!