-¿Kate? –Preguntó Sebastián delante de mío a un lado de los casilleros –¿Estás bien?
Me costó volver a la realidad, dejar ese recuerdo casi impregnado a mi piel para enfrentarme a su rostro; su bello y confundido rostro. Era claro que estaba esperando una respuesta, pronta. Pero con la lentitud de mi cerebro y con las cosquillas que sentía en mi espalda, era difícil medir la velocidad aproximada de lo que me tomaría decir un simple “no”.
-Sí –dije casi sin aliento; mintiendo –. Estoy bien, sorprendida más que todo.
Esbozo una sonrisa encantadora mientras se agachaba para recoger el cuaderno que había soltado al haberlo visto, ahí parado.
-¿Te sorprendí? –pregunto mientras me entregaba el cuaderno en mis manos. Nuestros dedos se encontraron y por un momento pude sentir electricidad en ellos. Los retiré rápido pero cuidando de no soltar el cuaderno.
-En cierto modo –dije mientras metía el cuaderno en mi locker y lo cerraba –. Seré breve y clara, ¿qué haces aquí?
-Eso es lo que me gusta de ti –soltó las palabras como bombas; kaboom –. Te expresas de manera que nadie más lo haría.
Me sorprendió la manera en la que desvió el tema, pero yo, como una joven “madura”, decidí desviar el tema a su camino original.
-¿Podrías limitarte a responder mi pregunta? –dije mientras empecé a caminar al salón doce; ese era el salón asignado para los periodos libres. No me detuve a ver si me seguía, sabía que me seguiría. Y cómo buena predicción, resulto ser cierta. Reí para mí misma.
-Estoy aquí porque vine a estudiar en esta escuela –habló con naturalidad. Me detuve en seco, mientras él por instinto seguía su camino. Se detuvo para observar que me había quedado atrás.
-Disculpa –dije tratando de sacar mi mejor sonrisa y no sonar grosera –, pero ¿dijiste que estudiarás aquí?
Sebastián rió como si se tratará de una broma o un chiste.
-¡Ay, Kate! –Exclamó mientras hacía un gesto con la mano dándome a entender que siguiera mi camino – ¿Sabes que me encanta la mirada en tus ojos cuando estas asustada?
Ok. Que no te desvíe, pensó mi interior. Que no te confunda. Respiré hondo, puesto que lo estaba consiguiendo; él, con todas sus miradas y diferentes perspectivas, sus ojos penetrantes, sus palabras dulces como la miel y esa voz ronca que era agradable para mis oídos.
-No –solté tratando de que fuera natural –, no lo sabía.
Lo miré de reojo, la verdad lo miré directamente y me arrepentí. Sus ojos me atraparon y desafortunadamente no pude controlar el deseo de sostenerle la mirada.
-Ahora dime –dije mientras rompía la conexión de nuestras miradas –, ¿cuándo te mudaste?
-Hace unos días –dijo mientras se detenía en seco –. Y esperaba que alguien me pudiera guíar por esta solitaria escuela.
Su sonrisa pícara surco su rostro. Yo solamente reí en un intento de no ponerme nerviosa, la verdad era que amaba esa sonrisa. Era raro tratarlo así, ya que no había convivido con él y el único momento de “convivencia” no fue lo que yo esperaba. Era incómodo. Esa era la palabra que estaba buscando, pero he notado que los hombres no se ponen incómodos si uno, como mujer, no lo está. Pero moría de hablar el tema con él, ahora que mi oportunidad se había presentado, ahora que él estaba aquí, ahora que las oportunidades de volverlo a ver eran un cien por ciento seguras, ahora era el momento para hablar. Era el momento, pero no estaba segura si tenía el valor de hablarlo.
-¡Uy, qué pena! –dije con falsa angustia –Pero a mí me toca clase.
Mentira, gritó mi subconsciente. Ignoré ese pensamiento, realmente no estaba de humor para debatir con mi propia mente, irónico. Estaba segura que Sebastián buscaría el momento para hablar de lo sucedido en el Spring Break, no hacía falta conocerlo a fondo; se notaba en su mirada aquel brillo que denota curiosidad e intriga.
-¿A si? –Preguntó levantando su ceja derecha – ¿Qué clase te toca?
Sospeché que hasta él podía oler el fétido aroma a mentira que se desprendía de mí. Intenté disimular mi risa nerviosa, aquea que te da cuando ya no puedes mentir más.
-Libre –dije en un esfuerzo de que me pareciera algo indiferente –, pero apuesto a que a ti si te toca clases.
Las comisuras de sus labios de curvearon en una clase de risa malévola, una risa de haber ganado la más dura competencia en la cara de todos aqueos cuyos meritos no se les contaba debido a que hicieron trampa; esa clase de sonrisa se apoderó de su rostro.
-Qué casualidad –soltó él con falsa ironía –, me toca libre. Espero que me muestres el camino hacia el salón, ¿lo harás?
Sus palabras me anticiparon que deseaba tener una charla bastante entretenida. No me quejaba, claro, quería hablar con él, enterarme de su vida y todas esas cosas. Pero necesariamente no me agradaba lo que iba a pasar.
La verdad es que no era así de cobarde, nunca. Afortunadamente heredé el coraje y el valor de mi madre para poder dar la cara en cualquier situación que se afronte; en ocasiones lo había hecho y hasta me había sentido orgullo de mi misma, pero enfrentarme a esta “situación” no era algo que necesitara valor. En el sentido de aclarar algo amoroso, por así decirlo, era una total cobarde. Supongo que nunca tuve las suficientes experiencias como para hacer crecer el valor hacía ese tipo de problemas.
-¿Vamos? –pregunto Sebastián interrumpiendo mis cavilaciones.
Asentí levemente porque si hablaba era para decir: ¡Hasta luego! Y salir huyendo. No me había dado cuenta de cuánto me costaba enfrentar una situación así. Suspiré debido a que no solía tener pánico para nada. Siempre me repetía que era una mujer fuerte y segura de mi misma, mi auto motivación no sirvió en este caso.
Guíe a Sebastián hasta el salón asignado para los periodos libres. Como era el primer día y era el primer periodo, no había tarea pendiente o ensayos que revisar o algún examen para el cuál estudiar así que prácticamente nadie estaba haciendo nada cuando entré al salón acompañada por Sebastián. Creo que esa compañía se sentía bien, me sentía protegida. Esbocé una pequeña sonrisa para mí mientras tomaba asiento en la primera esa que encontré libre, supuse que Sebastián me seguiría así que no me moleste en mirar atrás.
Él tomo asiento dejando su mochila a un lado y yo saqué un cuaderno cualquiera con un lapicero para que no tratara de hacerme hablar. Él enarco una ceja mientras yo escribía garabatos en el cuaderno.
-¿Kate? –Pronuncio mi nombre con cuidado –Es el primer día, no hay nada que hacer y si miras a tu alrededor no hay nadie más parece tan metido en un cuaderno, como tú lo estas.
Mis intentos por desviarme del tema de conversación que pronto nos abordaría fueron nulos. Suspiré y supe que no podría dar más resistencia y tendría que ceder. Ceder. Espere lentamente a que soltara la bomba; sabía que iba a ser difícil, pero era un tema que tenía que afrontar tarde o temprano. Era cuestión de madurez para afrontarlo, dudé un poco sobre tener la suficiente para salir inmune.
-Está bien –dije mientras cerraba mi cuaderno –, es obvio que requieres mi atención. ¿Para qué?
Su cara no cambió por un segundo. Conservaba esa mirada que decía más que mil palabras, pero al mismo tiempo no te decía nada.
-¿Cómo sabes que quiero hablar de algo?-preguntó, tratando de parecer inocente.
-No hace falta conocerte –vi sus ojos grandes y pardos, tenían un destello de curiosidad, de ansiedad –. Conozco demasiado a los hombres.
-No se te puede mentir, ¿cierto? –habló muy cerca de mí.
-Ya vas aprendiendo algo –dije entre risas.
Sebastián rió por lo bajo y luego su expresión cambió rápidamente que no me dejo disfrutar de su rostro lleno de alegría.
-Kate –sus labios se movieron realmente armoniosos al pronunciar mi nombre.
-¿Si? –dije como si estuviera esperando a una pregunta crucialmente importante.
-¿Qué paso esa noche? –hablo tranquilo y calmado.
Su pregunta me cayó como balde de agua fría. Fue tan repentina e inadvertida. Sentí que hasta la sangre huía de mi rostro por no querer estar presente en la escena. Ese era su plan, puesto que no había dado señales ni se había puesto nervioso; solamente lo soltó. Debo admitir que tenía valor, no todos los chicos tienen la capacidad para lanzar una pregunta así por así. O le interesaba la respuesta desde mi punto de vista o ya quería aclararlo todo para poder olvidarlo. Abrí mi boca y hablé...
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Chicas, lamento demasiado no haber publicado antes. No he podido simplemente, la inspiración huía de mi mente cada vez que abría el archivo! D: Así de frustrante...
Bueeh, este cap esta un poquito corto, lo iba a alargar pero eso significaba más espera para uds y mejor publiqué este.
Gracias por todos sus comentarios de la entrada anterior.
Anne&Julia: Por precionarme con el cap 4, ahora lo hice más corto. Jaa!! ;) Love ya Girls!
Mauro Katzen: Muchísimas gracias por todas las críticas constructivas que hiciste en todos los capitulos. Me alegra que te este gustando la historia :)
Amm es todo por hoy!
Saben? Estar de Vacasiones cansa!! D: Creanme! Xdd
Bueeeh, gracias por leer el cap y esperen el otro porque no se lo pueden perder! :D
"Que la Fuerza Los Acompañe". ;)
Life is bigger than you and you are not me.
Loosing My Religion - REM
OMB!!! dios santo mariajose chiela shuma cara de chimichurri sabes q paralizas mi corazon cuando terminas los capitulos porque me dejas con ganas de leer mas!! mano amo asi amo APASIONADAMENTE como escribis, por la gran mano me dejaste cn la duda mas grandeee! vos sabes a q me refiero! -.-
ResponderEliminarla anne y yo siempre estaremos para presionarte ;) hahahahahahaha
te loveo
SEGUILA PERO YA! :)
1.- "...una respuesta, pronta". No pongas la coma ;)
ResponderEliminar2.- "-Sí –dije casi sin aliento; mintiendo" Mmm, mejor -mentí sin aliento.
3.- "-¿Kate? –Pronuncio mi nombre con cuidado –Es el primer día, no hay nada que hacer y si miras a tu alrededor no hay nadie más parece tan metido en un cuaderno, como tú lo estas." Dale más lentitud: '...Pronunció mi nombre con cuidado. Detuve el lapicero y subí la mirada. Sus ojos reflejaba mi evasión- Primer día, no hay deberes. No hay nadie tan metido en su cuaderno como tú'
4.- Quizá no haya prestado mucha atención pero necesitas provocarle mas impresión a kate al ver a Sebastián en su cole... no crees?
=$$ >.< me hiciste sentir importante y apenado u__u xD Gracias por mencionarme jeje ^^
Claro que solo son consejos. Ya queda de tu parte aceptarlos y/o adoptarlos ;D
ResponderEliminarHola (: Me encanta tu historia, está re buena! Publica pronto si? Me muero de ganas de saber que va a pasar :D Si puedes pasate porfas por mi nuevo blog:
ResponderEliminarhttp://amusicallovestory.blogspot.com/
Gracias de antemano y sigue así!
OMG!! ame el capitulo, me dejsate con la intriga de saber que pasará, ahhh, por favor publica lo más pronto posible!!!
ResponderEliminarBesos, cuidate.
Bye.
amo tu historia si publicaras un libro lo compraia jeje publica pronto :D
ResponderEliminaradoro locamente tu historia
ResponderEliminarES GENIALOSAMENTE GENIAL :)
haha
cuidate muchisimo
a ver si otro dia me pasas un poco de inspiracion te parece? haha
mil besos
uuuuuy, lo dejaste en suspenso D: jaja no importa ESO LO HACE MAS INTERESANTE.
ResponderEliminarescribe pronto plis , eme ecnata tu blog :D
Atte. Sugar.