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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Miedo. Cap. 6 Parte 1

Voltee a ver por un segundo a Natalia que hizo un complemento sobre mi ropa y luego volví mi cabeza para verlo. Él venía… ¿acompañado por ella?

Primero que nada, ¿quién era ella? No la había visto antes en la historia de la escuela.

-Ella es –habló Natalia –, ella es la otra nueva.

Ella venía regodeándose del brazo de Sebastián su cabellera se movía al ritmo de sus pasos, el espeso y rubio cabello caía sobre su frente delicada. Tenía ojos claros, penetrantes a la vista y una sonrisa brillante, la cuál iba dedicada a su compañero de a la par.

Caí en la cuenta de que le estaba prestando mucha atención a esta chica, y eso es lo que buscan las chicas como ella: atención. Regresé la mirada a la mesa mientras Luisa de enderezaba y Natalia se hacía la indiferente. En ese momento me dio la sensación de tener a alguien mirando fijamente mi espalda. Me limité a hacerle señales a Luisa con los ojos dándole a entender que me dijera quién era, pero ella ignoró mis intentos y fijo su mirada hacía un lugar atrás de mí cabeza.

-Hola Kate –saludó una voz masculina, pero aun así familiar.

Sebastián caminó hacia adelante para que yo lo viera porque estaba más que claro que no me iba a voltear. Todavía llevaba a la chica rubia de su brazo; cuando se fijo que yo posaba mis ojos en su brazo, él lo quitó suave, pero rápidamente.

Natalia se levantó, supuse que a traer su comida.

-Hola –dije cortante mientras le pedía favor a Natalia que me trajera algo de comida y le entregaba mi billetera para que pagara lo que fuera mío. Natalia me inspiraba confianza así que no me dio miedo entregarle mi billetera.

-¿Kate? –Luisa carraspeó como si estuviera aclarando la garganta – ¿No me vas a presentar?

Era innecesario hacer todo ese teatro, pero aun así asentí controlando mis deseos de salir de ahí corriendo.

-Luisa –me tembló la voz. Fruncí el ceño, enojada conmigo misma. Me controlé mejor y hable –él es Sebastián; Sebastián ella es Luisa, mi mejor amiga.

Sebastián le estrechó la mano a Luisa mientras la chica rubia se molestaba un poco.

-Te me haces conocido –musitó Luisa –, ¿nos hemos visto antes?

Algo como un pinchazo me recorrió la espalda. Eso de recordar el Spring Break pasado no era muy bueno.

-Sí –Sebastián y yo hablamos al mismo tiempo. Parecía que la chica rubia iba a perder la paciencia en cuestión de segundos.

-Yo estuve en el Spring Break pasado –dijo Sebastián a Luisa –, soy un amigo que John llevó a la última fiesta.

Gemí de tan solo recordar esa noche.

-¡Cierto! –Exclamó sorprendida – ¿Y cómo esta John?

-Está bien –musitó él –este año entró a la universidad.

Parecía que iban a tener una gran charla con respecto al futuro académico de John y no culpo a Luisa por eso, era un gran amigo de ella y no había sabido nada de él desde el… Spring Break. La chica rubia carraspeo y me sacó de mis pensamientos; en ese momento se lo agradecí, aunque solamente estuviera pendiente de los movimientos que Sebastián hacía. Parecía realmente irritada e indiferente.

-Lo siento –se disculpó Sebastián hacía la chica rubia –. Ella es Jasmine Evans.

¿Con que la chica rubia tiene nombre?, dije para mis adentros.

-Es nueva aquí –continúo Sebastián –y, al igual que yo, es un poco tímida. ¿Lo pueden creer?

Su tono era tan patético que no sabía si arquear las cejas en sentido de lástima o carcajearme sin importarme qué dijeran. Pero estaba claro que él, como todos los hombres, no pueden ver las intenciones ocultas en el rostro de las mujeres; solamente ven lo que quieren ver.

-Hola –saludó con voz tintineante hacía nosotros, denotaba simpatía pero de la que es escasa.

-Hola –le devolví el saludo y esboce una de las más difíciles sonrisas que había hecho en mi vida.

Luisa hizo lo mismo. De pronto, una cosa plateada que se encontraba en su mano atrapada en sus dedos con uñas postizas vibró. Se alteró y abrió el teléfono rápido. Contesto y le hizo una señal a Sebastián indicándole que iría a hablar a un lugar con menos ruido. Luisa bufó en sentido de burla cuando ella ya se había ido, mientras Sebastián se limitó a preguntar:

-¿Qué les pareció? –la sonrisa de Sebastián era natural; pobrecito, no sabía cuáles eran las intenciones verdaderas de esa tal Jasmine.

-Encantadora –habló Luisa con un tono cortante.

Sebastián frunció el entrecejo y me hizo señas para que me corriera de silla así podía sentarse él; no podía negárselo y actuar como una inmadura que se molestó porque vio al niño que le gusta con otra.

Puse los ojos como platos. Para tu tren, me dijo mi conciencia; ¿dijiste que te gusta? Traté de disimular mi asombro por la rapidez de mis pensamientos, pero solo me pude limitar a cambiar de asiento. Temía que esto pasara, enserio. Me conozco muy bien y sé que me han gustado muchos chicos y todo por mi culpa. Me he decepcionado de mi misma por haber permitido que todos esos chicos pasaran por mi vida. Tenía un miedo incontrolable de que pasara lo mismo y nada me certificaba que con Sebastián no sería igual. El simple hecho de casi “hacerlo” con él no me convertía en su primera opción, pero de todos modos no quería que ese fuera su motivo.

-¿Alguien me puede decir –habló Sebastián interrumpiendo mis pensamientos –en dónde se encuentra el gimnasio?

-¿Te toca Educación Física después del almuerzo? –preguntó Luisa con sorpresa.

-Aparentemente –sacó su horario de su mochila y lo miro fijamente –, sí.

-Entonces vete ya –dije mientras miraba a Sebastián de refilón.

Su cara denotaba que estaba confundido.

-El Coach no es muy tolerante con los nuevos alumnos –dijo Luisa haciendo una mueca –; créeme, yo también fui nueva. Aparte, le gusta que todos lleguen cinco minutos antes a sus clases.

-Y el gimnasio está del otro lado del campus –agregué mientras su cara se tornaba morada.

-¿Y ahora qué hago? –preguntó desesperado.

Estuve a punto de abrir mi boca cuando Luisa me interrumpió.

-Tienes que irte ya –dijo exaltada.

Sebastián tomó su mochila y se paró de un brincó le dio las gracias a Luisa y a mí me dedicó una dulce sonrisa y un “Hasta Luego”. Me quedé observando el lugar de la puerta por donde se había desvanecido.

-¿Por qué le dijiste eso? –reprendí a Luisa; no había necesidad de que Sebastián se fuera en ese instante, solo era cuestión de tomar el tiempo y eso –No había necesidad de que Sebastián se fuera ahora.

Luisa torció los ojos.

-¿Quieres que esté contigo…? –empezó con cinismo.

-Yo no dije…

-¿… o que esté con su nueva amiga? –esta vez habló con sarcasmo mirando hacía el fondo de la cafetería pero del lado opuesto. Jasmine se hallaba gritándole a la persona que estaba del otro lado del teléfono.

-Y podemos decir que no es bomboncito, ¿no crees? –otro sarcasmo por parte de Luisa.

-¿Quién no es un dulce? –pregunto Natalia escéptica llegando con una charola llena de comida; por un momento creí que se comería todo eso, pero después caí en la cuenta de que una parte era para mí.

-La rubia esa –habló Luisa con enojo. Hubiera jurado que Jasmine le había hecho algo a Luisa de no conocerla tan bien como la conozco.

-Créeme que no lo es –musitó Natalia mientras me daba la comida que me correspondía y me devolvía mi billetera; noté que se sorprendía al ver que yo no revisé cuánto dinero quedaba restante.

-Creo que una tienda de dulces viene hacia nosotros –musitó Luisa con un sarcasmo que me dolió hasta mí.

Jasmine caminaba con una especie de gracia que no había visto en nadie más. Ondeaba su espeso cabello al ritmo de sus pasos y todos los chicos mantuvieron sus ojos fijos en ella mientras ella se limitaba a mirar su camino. Natalia se encogió sobre su comida y Luisa optó una actitud brusca mientras que yo quería que toda esa tensión acabara.

-¿Dónde está Sebastián? –preguntó ruda y grosera; su voz ya no era tintineante.

-Se fue –respondió Luisa secamente –, a su clase de Educación Física.

Jasmine hizo una mueca y se dedicó a fulminar a Luisa con la mirada, mientras yo analizaba que diablos estaba pasando por la mente de ellas. Luisa dejó de prestarle atención a Jasmine y se dedicó a agarrar algo de comida de mi charola; la chica rubia se dio la vuelta dramáticamente y salió de la cafetería.

-Tenso –comentó Natalia mientras mordía la mitad de un sándwich.

Me reí, realmente era lo único que podía hacer.

-¿Qué clase te toca después, Natalia? –preguntó Luisa.

-Déjame ver –dijo mientras se limpiaba los restos de mostaza que tenía en la boca –. Química.

-Lleva tu libro y un cuaderno –aconsejó Luisa.

-Y siéntate por la ventana –agregué –, si te aburres o algo, esa es una buena distracción.

Natalia rió y asintió. Todas terminamos de comer, olvidando por completo el tema de Jasmine, salimos de la cafetería riéndonos de un chiste malo que había contado Luisa. Tomamos caminos separados, ya que Natalia tenía que ir a Química y nosotras a Español; le dije a Natalia que nos veríamos en los casilleros.

Caminamos en silencio con Luisa hasta que decidió romper el silencio:

-Así que… -comenzó ella.

-¿Qué? –pregunté.

-¿Te puedo preguntar algo? –soltó. Es muy raro cuando Luisa tiene miedo a preguntarme algo, normalmente se trata de cosas que ella descubré, cosas que yo no le había dicho por una razón. Me helé.

-¡Claro! –afirme con ansiedad en mi voz, rogué para que no la notara.

Se tronó los dedos y luego fijo sus ojos en mí.

-¿Pasó algo entre tú y Sebastián en el Spring Break pasado? –su voz sonó temblorosa.

Por eso ella me miraba, para notar algún cambio en mi postura, rostro o algo así. Respiré hondo, no tan acompasadamente como para que ella lo notara.

-¿Por qué preguntas eso? –bufé. Era común que cualquiera respondiera así ante una pregunta de tal gravedad.

La verdad era que no le había dicho absolutamente nada a Luisa. Quería enterrar todo lo que paso en ese Spring Break porque no tenía caso volver a traer los recuerdos a mi mente.

-Pensé que… -titubeó un poco – ya que lo recuerdas tan bien, debería ser por algo.

No recordaba haber mencionado algo sobre recordarlo o algo por el estilo, pero luego recordé que yo se lo presenté a ella. Realmente no quería que Luisa supiera qué había pasado, apreciaba su honestidad y su confianza, pero no sabía si iba a ser posible de contárselo a alguien; era un secreto entre Sebastián y yo. No un gran secreto, pero aún así sólo él y yo lo sabíamos generalmente. Decidí contarle, omitiendo varios detalles.

-Solamente –suspiré; esa palabra era muy irónica para esta situación –, me dio un beso.

La cara de Luisa estaba atónita.

-¿Y cuando te ibas a dignar a decírmelo? –preguntó algo molesta.

Torcí los ojos.

-Luisa, fue solamente un beso –la hice entrar en razón –; aparte, creí que ya nunca lo volvería a ver. Además…

No pude completar la frase. Los pensamientos volaron en mi cabeza y no me creí capaz de articular alguna palabra. La noche que paso “lo que paso” con Sebastián estaba de por sí mal en mi vida personal y mal teóricamente porque había tomado de más. ¿Sería posible que Sebastián solo me hablo porque vio lástima en mí? ¿O yo hice lo que hice por despecho, porque sentía que necesitaba algo y lo estaba buscando en él? Si se supone que me “gusta”, no tendría que haberlo hecho por despecho, pero estaba claro que no lo conocía muy bien esa noche.

Un miedo sepulcral me invadió por completo. ¿Había estado confundiendo todos los sentimientos? Me sentía mal en el hecho de que no quería estarme engañando, aparte de que Sebastián no se lo merecía. ¿Pero y si Sebastián decidió hablarme por el aspecto que tenía? ¿Si pensó que yo era fácil? La respuesta a la última pregunta me llego como un rayo: “Así que no tienes por qué preocuparte en aclararme las cosas; sabía que no eras una del montón.” Las palabras de Sebastián en la clase pasada resonaron en mi oído como si él mismo las estuviera susurrando. Me estremecí a la causa de que se sentía tan real.

No sentí a qué hora llegamos a la clase de Español; Luisa se había quedado callada, supongo que al ver la expresión de terror en mi rostro decidió no mencionar nada más. Seguí presionando a mi mente para conseguir las respuestas que necesitaba, pero surgieron más preguntas: ¿todo lo que me había dicho Sebastián anteriormente le salía de corazón? En todo este tiempo, he aprendido a no confiar en todo lo que los chicos dicen, pero no todos son unos viles mentirosos, ¿verdad?

En mi subconsciente quise con toda el alma que Sebastián fuera de los chicos leales, pero no lo conocía muy bien y me dolía; el hecho de no conocerlo tan bien abría posibilidades a encontrar verdades no tan agradables sobre él. ¿Habría hecho lo mismo que hizo conmigo esa noche pero con alguien más? ¿Sería él capaz de hacer eso? Lo hizo contigo, susurró una voz en mi mente. Quería convencerme vitalmente de qué Sebastián era bueno, que no sería capaz de jugar con ninguna chica o hacerle daño, pero descubrirlo me llevaría bastante tiempo y más con su nueva amiga rondando cerca de él.

La clase de Español empezó y di gracias a Dios, puesto que mis pensamientos me estaban volviendo loca. La clase paso súper rápido, nuestra maestra de Español era nueva y a los nuevos les agarraba tiempo optar confianza para exigir algo a los alumnos. El hecho de que fuera nueva no le impidió que nos dejara tarea. Con el resto, ya tenía planificada mi tarde, dije para mis adentros con una mueca. Terminó la clase y ya estaba deseando por irme a casa, lo bueno era que ya solo dos clases y terminaba mi estruendoso día.

Salimos con Luisa discutiendo el hecho de que ahora a ella le tocaba un periodo libre y a mi uno de Historia. Me dio varios consejos típicos del primer día y me llevé una sorpresa al encontrarlo a él en mi casillero. Realmente no estaba en mi casillero, estaba en el suyo; recuerdo que me preguntó por su localización hace unas horas. Sentía tan lejano ese momento. Estaba sumergido en su casillero y Natalia en el suyo, luego cuando cada uno sacó la cabeza comenzaron a hablar. Dudé realmente acercarme a mi casillero, así de cobarde era pero Sebastián me confundía demasiado. Este miedo se estaba tornando en algo fastidioso...




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JELOOOU mis pequeños saltamones :)

¿Como andan? Yo? aburridisimaa :/ ni si quiera la inspiración me viene a visitar, saben? Es algo fastidioso enserio. Me he estado dando el concierto de mi vida en mi casa porque, como estoy sola, lo único que me apetece es cantar. Jaa.. no se crean, no canto tan bien.. asi que tengan por seguro que no me convertiré en la nueva cantante Push de Mtv.

So, entrando otra vez al tema.. este cap se dividirá en dos partes, porque son dos clases de miedos que Kate siente. Una clase es la que acaban de leer por Sebastián y todo eso y la otra ya la verán ;)

Muchisimas gracias por leer mi blog! Ya hay 50 seguidores, eso me hace muy feliz :D

En otro tema: ¿Quien ya vio Harry Potter and The Deathly Hallows? YOOOOOO! Esa pelicula me dejo traumada, tengo la necesidad de verla unas 8 veces mas, enserio! *no comentare nada porque no quiero spoilearle cosas a la gente que no la ha visto ;)


Me despido... los quiero demasiado ;DD


Majooo!

"This Peppermint Winter is so Sugar sweet, I don't need to taste to believe. What's December without Christmas Eve?"

Ya se viene navidad :)))))

Tengo un trauma con Owl City ;D

10 comentarios:

  1. awwww majo seguiste mi consejo ;)
    mujeeer si te conectaras hablariamos y se te hubiera ido ya el aburrimiento :P
    O: me extraña como podes decir q no seras PUSH artist! u.u segui mi ejemplo si a mi ya hasta mails cn invitaciones me manda MTV ;)
    ahora volviendo a la primera parte del capitulo me quede Ö odio a esa jasmin -.- ashhh me arta ugg :/
    y yo quiero la segunda parte por dios tene consideracion! XD
    espero con ansias la segunda parte majo :)

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  2. Ajj Jasmine es idéntica aun chica de mi escuela, ajj como odio a las creídas :/
    te quedo lindo el cap.
    Tienes razon los chicos siempre ven lo que QUIEREN ver.
    SIGUELOOOO♥
    Atte: Sugar .-.

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  3. muy bueno el cap
    creo que todos emos tenido diferentes miedos, y a veces nos envuelven mucho no?
    me encanto :D
    y la musica tambn me encanta :)
    cuidate majo
    mil besos

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  4. Majoo!
    Lindo cap. Jajaja, esta muuuuy buena Harry Potter!
    Bueno, eres genial Majo :P
    Tqm
    Besos!

    Agostina

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  5. Me facina tu historia me gustaría q publicaras mas seguido...

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  6. "Tenía un miedo incontrolable de que pasara lo mismo y nada me certificaba que con Sebastián no sería igual." -Me identifiqué mucho con la frase, eh? =$$ aunque claro, tu Sebastián, para mi sería María.

    "¿Había estado confundiendo todos los sentimientos?" -Aún más identificado.

    El capítulo fue realmente interesante. La historia muestra, ahora, su verdadera esencia. Y me agrada poder leerlo.



    Ehmm.. HP7 LA SEGUNDA MEJOR PELI DEL MUNDO (es que la primera mejor peli del mundo es HP7 2pt)

    Cheers for this and that!

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  7. MUY BUENO EL CAP♥ pasate por mi blog: http://donthinkandlove.blogspot.com/2010/11/meme.html te tengo un meme (:

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  8. No te preocupes por tu comentario jiji no era que no se publicaba sino que los he programado para que me lleguen antes y yo los acepte.
    Hay que afiliar pero por éste blog: http://amusicallovestory.blogspot.com/ que es el ahora estoy escribiendo, porque el otro ya terminé la historia y sólo publiqué ahí ya que había recibido el meme a ese blog. Ya te pongo yo también en blogs sugeridos (:

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  9. Me gusta tu historia :)
    te pasas por mi blog?
    http://wakeuptomusic-mybadreputation.blogspot.com/
    gracias!

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  10. ◄Hola►
    Me encanto el capitulo..
    La chica rubiia me da mala espiinaa,,
    ejem!
    Espero q publique pronto ☼

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Hola, Soy Majo!
Comenta y dime qué tal esta mi blog?
Dime si soy buena o si simplemente debería dejarlo
:D
Grx